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Pobreza infantil: un desafío global que debemos superar

Cifras en constante evolución desde la guerra de Ucrania y el conflicto de Oriente Medio, especialmente en los países en guerra.

Con más de dos mil millones de niños en el mundo, de los cuales 86% viven en países en desarrollo, la alarmante realidad es que casi mil millones, o uno de cada dos niños, vive en la pobreza. La pobreza infantil trasciende los aspectos económicos y se manifiesta en graves privaciones en áreas cruciales como la nutrición, la educación y la salud.

Entre los 90 millones de niños que padecen deficiencias nutricionales graves, o el 161% de los menores de 5 años, el acceso a una alimentación adecuada sigue siendo una lucha diaria. Asimismo, el 131% de los niños de entre 7 y 18 años nunca han asistido a la escuela, con disparidades de género (161% para las niñas y 101% para los niños). Más de mil millones de niños experimentan al menos una forma de privación grave, y casi el 70% de ellos padecen al menos dos, lo que demuestra el efecto acumulativo de estas privaciones. Las zonas rurales se ven especialmente afectadas por esta preocupante realidad.

Los niños, que representan un tercio de la población del estudio, representan paradójicamente la mitad de quienes viven en extrema pobreza. Los más pequeños son los más vulnerables, ya que más de una quinta parte de los menores de cinco años viven en hogares en extrema pobreza.

El Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, enfatiza que los niños no solo tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza extrema, sino que también sufren sus consecuencias más adversas. Esta realidad obstaculiza su desarrollo físico y mental, lo que plantea importantes desafíos para su futuro.

Este análisis se produce en el contexto de un nuevo estudio del Grupo del Banco Mundial, que revela que casi 767 millones de personas en todo el mundo vivían con menos de 1,90 dólares al día en 2013, la mitad de ellas menores de 18 años.

Ana Revenga, Directora Sénior del Departamento de Prácticas para la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad del Grupo Banco Mundial, enfatiza la necesidad crucial de invertir en la primera infancia, la atención prenatal, el desarrollo infantil temprano, la educación de calidad, el acceso a agua potable, saneamiento adecuado y la cobertura universal de salud. Romper el ciclo de la pobreza intergeneracional requiere mejoras significativas en estos servicios para brindar a los niños de hoy oportunidades de empleo de calidad.

La estimación mundial de pobreza infantil extrema se basa en datos de 89 países, que representan el 83% de la población del mundo en desarrollo.

África Subsahariana presenta las tasas más altas de niños que viven en extrema pobreza, casi 501.000, y también representa la mayor proporción de niños extremadamente pobres del mundo, superando los 501.000. Asia Meridional ocupa el segundo lugar, con aproximadamente 361.000, incluyendo más de 301.000 solo en la India. Más de cuatro de cada cinco niños que viven en extrema pobreza residen en zonas rurales.

El informe destaca que, incluso en umbrales más altos, la pobreza sigue afectando desproporcionadamente a los niños. Aproximadamente el 451% de los niños viven en hogares que subsisten con menos de 3,10 dólares estadounidenses al día por persona, en comparación con casi el 271% de los adultos.

UNICEF y el Grupo Banco Mundial instan a los gobiernos a medir periódicamente la pobreza infantil, fortalecer los sistemas de protección social, priorizar las inversiones en educación, salud, agua potable, saneamiento e infraestructura que beneficien a los niños más pobres, y orientar las decisiones políticas para que el crecimiento económico beneficie a los niños más pobres. Junto con sus socios, se comprometen a romper los ciclos de pobreza y promover el desarrollo de la primera infancia mediante una amplia gama de programas, desde transferencias monetarias hasta nutrición, atención médica y educación.

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