Tengo dieciséis años y pertenezco a la “generación millennial” mis padres a la de los “boomers”. Ayudo a la asociación con mis conocimientos de informática. Estoy muy motivado para intentar cambiar las cosas en mi país. Nuestra existencia debe vivirse con la idea de que todo podría detenerse de un día para otro, por eso debemos prepararnos para nuestro futuro y la empatía hacia los demás es vital.

Como estudiante de Casa, mi tiempo en AMS fue beneficioso para mí. Endurecerme, tomar conciencia pero sobre todo encaminar mi futuro de forma más positiva. Agradecí los buenos consejos, el trabajo en equipo, sobre todo viendo que “la unión hace la fuerza”. Un curso seguido en Francia donde mis dos años como actor social me dieron fuertes argumentos apreciados por la estructura escolar que me formó. Estoy orgulloso de ser marroquí y mis padres están contentos con el doctorado que obtuve. .

¡Una gran parte de mi vida cuidando a mi familia! A los cincuenta y cinco años dedico más tiempo a la causa humanitaria. Viajar a las regiones más remotas del Reino con un equipo de jóvenes comprometidos en la ayuda humanitaria refuerza mi opinión sobre estos hermosos jóvenes marroquíes que son el fermento de Marruecos. ¡Bien hecho jóvenes, cada día me sorprendéis más!

Carreteras inundadas y peligrosas, sol abrasador, montañas inaccesibles… pero poblaciones acogedoras, niños intrigados: esto es acción humanitaria. Nuestra pasión por estos aduares se convierte en nuestra principal vocación. Nuestro interés en la causa de los más desfavorecidos entre nosotros es una meta en nuestras vidas. Como gestor de empresas en la vida, estoy encantado de poder dedicar mi tiempo y mi ayuda financiera para que las personas socialmente excluidas no sean olvidadas.